2 de junio de 2013

BROMAS LABORALES

© Daniel Alejandro Trebilcock Tamayo

    Ubicada en la periferia de la ciudad, un lugar un tanto desolado y al que solo llegan algunas personas, se hallaba la factoría Prentiss.

   Allí, Laurent Matta, uno de sus empleados, terminaba con satisfacción y cansancio el día laboral. Preparando lo necesario para partir, se dispone a dar inicio al tan merecido y anhelado descanso.
     Apaga el sistema dispensador y lo desconecta de la toma eléctrica para más seguridad. Cierra válvulas, verifica barómetros y activa el regulador automático que con suerte cumplirá a cabalidad con el cuarenta o cincuenta por ciento de las funciones cotidianas que se le asignan. Apaga las luces, se quita el incómodo overol y el casco y lo pone en una canasta de plástico para dirigirse a la zona de casilleros.

9 de abril de 2013

LA DELGADA LÍNEA ENTRE VIVIR Y SOBREVIVIR

© Francisco Javier Minaya Gómez

A medida que miro hacia atrás en mi vida no quiero recordar las cosas tal y como pasaron; prefiero recordarlas de un modo artístico. Y sinceramente, la mentira es mucho más honesta por el simple hecho de haberla inventado yo. La psicología nos dice que los recuerdos no son como los átomos y las partículas de la física cuántica, los recuerdos pueden perderse para siempre. Por descontado, no podría estar más en contra. Es cierto que la psicología nos dice como se comporta el cerebro en determinadas situaciones, dentro de una regla, por supuesto, pero lo que pasó aquél día en Burlete no cumple las reglas básicas del saber humano. Tanto es así que un grupo de investigadores y científicos siguen investigando lo que pasó aquella tarde hace ya dos meses. Del mismo modo la psicología nos dice que el cerebro tiende a almacenar los eventos con una cierta distorsión, de este modo, cada vez que se recuerdan y se vuelven a almacenar sufren una distorsión mayor. Aquí he de darles la razón, salvo que en mi caso, todo parece artístico. Como si yo fuese Picasso con mi paleta y pincel y mis recuerdos fuesen un cuadro sin acabar. Mi deber como artista es rellenar esos huecos y hacer de ese cuadro inacabado una obra de arte independientemente de cuán trágica sea.

8 de abril de 2013

ALGO PARA RECORDAR

© Oscar Malvicio 
Relato con contenido erótico

 Cuando fuimos a buscar a David, estaba todavía en la ducha. Le esperamos, fuera de su casa hasta que salió, José y yo. A David siempre le esperábamos fuera, su padre era muy serio y su madre hacía muchas preguntas. Era viernes, nuestro día favorito de la semana, los sábados eran para los que trabajaban, para los mayores, y nosotros íbamos al instituto y, encima, estábamos de vacaciones, era verano; verano de 1991. Todos éramos del pueblo menos David, que era de Madrid, bueno, vivía en Madrid, pero sus padres eran de aquí, así que supongo que él también. Cuando salió David de casa enfilamos el camino hacia la calle mayor, nos quedaba ir a buscar a Fran. Sacamos el paquete de Chester comunitario y todos encendimos un cigarro por el camino. Cuando íbamos por las calles por donde pasaba demasiada gente, cogíamos el cigarro entre el pulgar y el índice, con el capullo hacia atrás, tapándolo totalmente con la mano para que no se notara. Éramos tan expertos que incluso podíamos meternos la mano en el bolsillo con el cigarro así cogido y hablar con la gente, sin quemarnos, solo el tiempo justo para que no se dieran cuenta, y luego largarnos.

25 de febrero de 2013

EL ÁNGEL DE LA GUARDA

© Diego Ruiz Martínez

       Quién no ha deseado alguna vez tener un ángel de la guarda, alguien que te proteja cuando se está en peligro. Yo tengo esa suerte desde hace seis meses, una serie de graves accidentes se han ido sucediendo ininterrumpidamente, a cual más grave; accidentes de tráfico, graves caídas mientras practicaba escalada, accidentes laborales, etc..., para mi suerte siempre salí ilesa, algo muy raro para la gravedad de los accidentes. Era algo inexplicable para mí y para todo el mundo, hasta que un día un enigmático personaje me llamó la atención, recordé que no era la primera vez que le veía, en todos mis graves accidentes se encontraba presente, eso me llevó a pensar que era mi ángel de la guarda que me protegía y desde ese día nada me preocupa estoy muy tranquila, nada me da miedo.

LA LIBERTAD

© Diego Ruiz Martínez

       En estos tiempos convulsos en que vivimos, se afirma que los hombres han perdido la fe en Dios, quizás sea verdad, pero a mi humilde parecer ha sido Dios quien ha perdido la fe en los hombres.
       La estupidez humana no tiene límites, se nos entregó el Paraíso y lo convertimos en el Infierno, se nos dio libertad y creamos la esclavitud. Mientras reflexiono, observo por la ventana de mi habitación cómo pasan los pobres infelices camino a su trabajo, se sienten afortunados creen tener un gran privilegio, el tan ansiado trabajo, son los nuevos esclavos de la mal llamada sociedad del consumo. Yo también me siento afortunado y no tendría que sentirme así, no tengo trabajo, pero no me importa decidí dejarlo quería volver a ser libre. Pero la libertad tiene un precio y estoy dispuesto a pagarlo, no tengo ni familia ni amigos, nadie a quien dar explicaciones, puedo hacer lo que me apetezca y lo voy a hacer; la libertad está cerca, solo tengo que dar un último paso, el más difícil pero también el más fácil y gratificante. La recompensa es muy grande recuperar lo que decidimos por propia voluntad perder la libertad.

EL EXTRAÑO

© Diego Ruiz Martínez

       Ángel atemorizado no para de mirar por la ventana de su habitación, hace ya días que no sale a la calle y prácticamente se pasa todo el tiempo encerrado en ella. A lo largo de su larga vida nunca se había sentido así, con 85 años nunca hubiera podido imaginar que acabaría recluido en su casa por temor al extraño que cada día a las cinco desde hacía poco más de un mes intentaba sin éxito entrar en su casa.

      —Hoy estoy preparado si vuelve a intentar entrar acabaré con su vida, lo prometo no dejaré que me haga daño —dijo Ángel, mientras apretaba fuertemente un cuchillo que tenia agarrado con su mano derecha— no me hará daño, no me hará daño.

EL CASTIGO

Advertencia: este relato puede herir la sensibilidad de algunos lectores
© Diego Ruiz Martínez

      ¿Cómo puedo ser tan estúpida?, ¿cómo puedo ser tan torpe?, ¿por qué Dios no me hizo más lista?, estas y otras preguntas no paraban de resonar por mi cabeza mientras lloraba desconsoladamente. Sentada en el sofá temblando de miedo, esperaba que mi marido llegara del trabajo, ¿qué le diría a mi marido?, ¿cómo le explicaría lo ocurrido?

28 de enero de 2013

UN DÍA CUALQUIERA

© Oscar Malvicio 

     Salí a desayunar fuera, a la churrería "Nueva", hacía un frío de mil demonios, había helado y se veía el hielo sobre las calles grises. Un borracho vomitaba en la puerta de un portal, su vaho se perdía en el aire denso, mientras su vómito rebotaba en la acera, salpicando dentro del portal y a sus zapatos. Al cruzar la calle, un perro aprovechó para cruzar también, entré en la churrería y pedí un café y una copa de "Terry", agarré el periódico y lo abrí por detrás para ver la programación televisiva, pocas cosas me interesaban a parte de la programación televisiva; el resto de la información es muerte, paro, crisis, política, manifestaciones, terrorismo, manipulación, suicidios, malos tratos, corrupción, tráfico y tráfico de drogas... lo de siempre pero cambiando los protagonistas de vez en cuando. El café estaba ya en la barra, lo cogí y sorbí un poco, lo dejé y pensé en ese borracho a punto de echar las tripas por la boca a la vez que cerraba el periódico y lo dejaba en la esquina.

30 EUROS Y A CORRER

© Oscar Malvicio 

    Andaba por el centro de Guadalajara, en dirección a la agencia tributaria, por la mañana, iba tarareando un tema de Sabina y estaba nervioso por la resaca, y también porque no sabía el número de tributos que me iban a meter. Anduve un buen rato buscando el sitio, y lo encontré. Una vez dentro, me hicieron sacar un ticket con un número, me senté y esperé mi turno.
    A la media hora salió mi número, me levanté y fui hacia la mesa indicada. Puse mis papeles encima de la mesa y la tía me pidió el DNI, se lo di, y empezó a teclear.
    —Le sale a devolver 30 euros, señor  Cirio —me dijo.
    —Vale, verá —le dije—, hay cierto dinero de un piso que me han devuelto, porque me di de baja antes de que lo construyeran, y quisiera declararlo también.
    —Ah… bueno… —titubeó—. ¿Sigue usted en ese piso?
    —Nunca he pisado ese piso, señora.

21 de enero de 2013

UN VIAJE A SALAMANCA

© Ramón B. Boscá Crespo

   Mariano y yo nos hemos levantado temprano, nuestras mujeres se han quedado durmiendo y descansando. La noche anterior nos lo anunciaron, al regreso del viaje que realizamos por los alrededores de la sierra de Francia; por el pueblo de La Alberca, a la cima de la peña de Francia y el paseo por el paraje natural de Las Batuecas. Acabaron con sus fuerzas, y exhaustas para seguir nuestro ritmo, decidieron pasar el último día de vacaciones sin salir de la casa rural.
     A Mariano le ha tocado preparar un pequeño desayuno antes de partir, yo soy negado a toda clase de tareas domésticas. Él no es que sea muy ducho en esos menesteres, pero al menos se defiende.

15 de enero de 2013

¿SUEÑO O REALIDAD?

© Pepe Gallego


La desidia, la insatisfacción, el desasosiego, la amargura, el miedo. Todo ello atenazaba su espíritu. Un día más, una semana más. Hoy volvería a intentarlo pues no podía permitirse el lujo de rendirse, pero la realidad era que ya no tenía fuerzas y la esperanza se le escapaba como un árbol al que se le desprenden irremediablemente sus hojas caducas, o como un arroyo pierde su alegre fluir en la congelación pasando al áspero y seco crujir del hielo. Se miró en el espejo y observó el cansado rostro esculpido por las horas de vigilia, con marcadas y profundas ojeras, salpicado de ríos plateados en sus sienes. Hacía tiempo que el insomnio había hecho presa en él. ¿Cómo era posible haber llegado a aquella encrucijada con apenas treinta y pocas primaveras?

CARTA DE SUICIDIO

© Mar Vinat
La agente de la policía científica entró en la habitación, donde ya se encontraba uno de sus compañeros. En la cama estaban los cuerpos de una mujer que rondaría los cuarenta abrazada a un bebé que seguramente no tendría dos años. Parecían dormidos.
―Creo que está bastante claro que es un suicidio ―dijo el agente―. Un vecino alertó sobre un fuerte olor a gas, los bomberos han encontrado esas dos bombonas de butano de ahí con el regulador abierto y las gomas cortadas. Tanto la puerta como la ventana estaban cerradas y con toallas tapando cualquier posible rendija, además la mujer tenía en la mano lo que parece una carta de suicidio. En cuanto llegue el forense y lo confirme podremos irnos a comer ―dijo, tendiéndole la carta para que la viera.
Diana tomó el papel y se quedó mirando los cuerpos, pese a llevar años en el oficio la visión de niños sin vida no dejaba de producirle una inmensa pena. En este caso, ¿qué podía haber llevado a esa mujer a hacer algo semejante? Comenzó a leer:

20 de diciembre de 2012

MI TRANSFORMACIÓN


© Ima Wolfe

Apenas era más que una adolescente, enamorada del mismo amor cuando le esperaba como cada tarde, ansiosa de oír el rugir de la moto al acercarse a recogerme.
Cuando le vi aparecer en lo alto de la cuesta, mi corazón se aceleró, para pararse sólo un minuto después; del callejón salía un camión y no se verían…
Lo siguiente que recuerdo es el ruido atronador del metal al quebrarse y ver su cuerpo volando por el aire como si de un pelele se tratase.
En la ambulancia, ya sin el casco, pude ver cuán grave estaba; apenas podía respirar, su boca, se arqueaba en una mueca extraña y su pecho se hinchaba con dificultad cada vez que trataba desesperadamente de conseguir algo de oxígeno.
Me miró, sus ojos eran dos lagos, casi vacíos de toda vida, y sin embargo, buscaban desesperadamente mi rostro.
―Ven, acércate ―le costaba tanto hablar que cada palabra parecía taladrarle―, no quiero irme sin dejar nada por lo que sea recordado. Sin saber que he cambiado una vida.

25 de agosto de 2012

AETERNAM


© Mercedes Palmer

Es curioso como a veces los sueños y la realidad se unen en un engranaje perfecto y de pronto todo cobra sentido, se dispersa la niebla, florecen recuerdos olvidados y empiezas a comprender…
En mi caso, debo decir que los sueños fueron un nexo de unión con un pasado inconcluso, muy lejano, del que yo no era consciente. Eran unos sueños muy vividos que habían cobrado fuerza desde que me mudé al condado de York. Sueños que me acosaban noche tras noche, hasta el punto de condicionar mi vida y pensar que algo no funcionaba bien en mi cabeza.
Desde hacía un tiempo, cuando volvía a casa después del trabajo, sin darme cuenta me desviaba de mi camino habitual e invariablemente llegaba al mismo lugar; un paraje apartado y a todas luces abandonado. Un lago concentraba toda la belleza misteriosa de aquel lugar.  Bordeándolo  serpenteaba un camino que se habría tras una desvencijada verja que colgaba de sus goznes, y junto la misma una desgastada losa rezaba: “Darklake Manor 1880”. Más allá, al otro lado del lago, se divisaba  una esplendida mansión victoriana del siglo XIX.  Aquello no me hacía ninguna gracia, es más, estaba empezando a asustarme. La mansión me recordaba a la de mis sueños, pero había algo más… sentía la imperiosa necesidad de entrar, como si alguien me estuviera invitando, sin embargo, el miedo se imponía. Hay que tener en cuenta que yo no sabía cómo llegaba hasta allí, era un lapso en mi memoria y, como ya he dicho, creía estar sufriendo algún trastorno mental.

20 de agosto de 2012

PERSEGUIDA


© María del Carmen Encinas (Mallorca)

Me aferro a la pared deseando ser invisible, los jadeos cada vez están más cerca. Sé que tarde o temprano me descubrirá. Todo ha empezado al salir del cine, no había recorrido  ni veinte metros cuando me he sentido observada, giro la cabeza y veo a un tipo con una sudadera negra y la capucha sobre la cabeza, no he podido verle la cara, la esconde. Me hace gestos raros y camina hacía mí. Estaba tan asustada que he empezado a correr tan rápido como he podido, el miedo mueve mis piernas. A estas horas las calles están ya desiertas, nadie puede ayudarme. En mi loca huida me he metido en este callejón oscuro; yo, que siempre me he burlado cuando las protagonistas de películas de terror se esconden en callejones sin salida, ¡serán tontas! Ahora estoy yo aquí, esto es real.
Quiero formar parte del ladrillo, fundirme con el cemento; tal vez la oscuridad me esconda. Él quizá no repare en mí si me mantengo quieta y no respiro. Imposible sabe que estoy aquí, me encontrará y luego…, no quiero ni pensar.

EL ÁNGEL Y LA PELUQUERA


© María del Carmen Encinas (Mallorca)


La joven Marian subía cada día a una pequeña montaña que se alzaba majestuosa frente a su pueblo, quería estar en forma y por qué no, perder un par de kilos. Era fácil subir; un pequeño camino asfaltado serpenteaba hasta casi la mitad. A partir de ese punto la calzada estaba empedrada formando unos escalones irregulares a tramos y en otros lo ocupaban relucientes piedras pulidas por el paso del tiempo y la gente, eso hacía un poco más difícil la subida, en días de mucho sol o cuando la lluvia hacía presencia se tornaban resbaladizas. Ese trecho tenía un encanto especial casi bucólico. A ella le gustaba pararse unos instantes a respirar la paz que reinaba en ese lugar y contemplar el bello paisaje que se divisaba; el pueblo a sus pies, rodeado en parte por esplendidas montañas y un poco más allá hace presencia la costa, un mar azul que queda grabado en el iris de quien lo ve por primera vez. Era en este tramo donde se encontraba una pequeña cueva, la cual se conocía con el nombre de La cueva del demonio, nada asustaba de ella y en contra punto, justo al lado de la entrada, en la misma piedra estaba La silla del buen Jesús; que contradicción el infierno al lado del cielo.

EL REGALO


© Richard Sabogal 

La editorial cierra a las cinco de la tarde exactamente, ni un minuto más, ni uno menos. Los empleados van saliendo en grupos o bien solos. Santiago, un corrector literario, empleado desde hace diez años, es el último en irse. Con su reconocida parsimonia se dirige a su casa, ubicada a unas cuantas cuadras de allí. Camina ajeno al bullicio de la ciudad, a las cornetas que revientan los tímpanos pidiendo agilidad vehicular, a las motos que se suben a la acera amenazando con atropellar transeúntes o a las personas que en grupos pasan, hablando, sonriendo, peleando o llorando.  Él en su propio mundo, piensa en Rosa, su novia, quien esa mañana al desearle buen día en un mensaje de texto a su móvil, le acotó otro mensaje que lo dejó meditabundo durante todo el día «Esta tarde, cuando regreses del trabajo te llevarás una gran sorpresa, el espacio en tu casa cambiará considerablemente, te tengo un regalo maravilloso, te amo». Mientras caminaba lentamente, con su lonchera de almuerzo en la mano, su cabeza baja y la espalda torcida de tanto leer, se devanaba la mente pensando en qué significaba ese mensaje tan particular.

18 de agosto de 2012

DESTINO BARCELONA


© Itsy Pozuelo

El despertador sonó, interrumpiendo el silencio en la habitación de Amanda. Ésta miró el despertador, achinando los ojos, para comprobar qué hora era . Su cansado cuerpo suplicaba poder dormir tres o cuatro horas más, pero el reloj marcaba las nueve de la mañana y debía levantarse. Una hora después partía su autobús hacía Barcelona, ciudad donde pasaría el próximo año. 
Había conseguido una beca donde estudiaría un máster de literatura y publicaría un libro con una famosa editorial y por esa parte se sentía feliz, pero separarse de su familia y amigos no le entusiasmaba demasiado. 
La noche anterior había dejado todo preparado, solo tenía que ducharse, vestirse y subirse en el coche de su padre, quien la llevaría a la estación en compañía de su hermana pequeña y su madre que llorarían sin cesar y empeorando la difícil situación. 

Cuando llegó a la estación cargó con la pesada maleta. Leyó en el billete “Cartagena-Barcelona” y suspiró. Alzó la vista hacía un reloj redondo, en teoría de color blanco, aunque de estar al aire libre tenía un color marrón. Cinco minutos y se subiría al autobús.
Se pellizcó en el brazo deseosa de saber si aquello era de verdad o solo sería un sueño. Pero no, era de verdad. Se iba a subir a ese autobús e iba a empezar una vida nueva, al menos durante un año. Un año que se le antojaría una eternidad.

14 de agosto de 2012

AMARGA DESPEDIDA


© Marcos Callau Vicente


Anuncios de gasolina cuando no hay depósitos que llenar, agencias de viaje si necesitas escapar pero desconoces en qué dirección correr, bebidas refrescantes cuando mueres de sed; rebajas mucho más caras que el año anterior, inmobiliarias para corazones vagabundos, potentes micrófonos para aquellos que permanecen mudos, anuncios, más anuncios, compra y venta, hipotecando una vida entera. Crisis. Creo que el día en que nací mi familia ya estaba en crisis y el mundo olía igual de podrido que este lento anochecer.
Hoy estoy triste. ¿A alguien le interesa?. No, no cuesta dinero llorar. Es mejor aún que el llanto sea en silencio y de madrugada, cuando ya esté lejos de aquí. Sí, se ha marchado. Después de veinte años juntos, compartiéndolo todo, me abandona. La situación era difícil, un duro trance que no pudimos soportar y llegó la inevitable separación. Sin embargo, ahora recuerdo todo lo que pasamos juntos. Con ella comenzaron todos mis sueños, mis proyectos. Crecimos juntos, vivimos noches enteras bajo el plácido manto de las estrellas, escuchando viejas canciones, riendo y soñando. Pero ahora tan solo me queda ese aroma inconfundible que impregnará, quizás ya para siempre, la palma de mis manos. Es fascinante cómo se dejaba, conscientemente, manejar por mis inexpertas manos. Si ella lo hubiera querido, se habría convertido en una fiera indomable y descontrolada pero, por alguna extraña razón, siempre fue dócil conmigo.

FUTBOL TOTAL


© Raúl Garcés Redondo


Lo encontré entre la montaña de artículos de liquidación que se alzaba en un rincón de la sección de electrónica de un conocidísimo comercio de la ciudad. Llevaba tiempo detrás de un videojuego sobre fútbol, pero mi situación económica no me permitía disfrutar de las últimas novedades que ofrecía el mercado. En la caratula, dos jugadores peleaban por el balón, luciendo las camisetas oficiales de sus respectivos equipos, a la sazón eternos rivales de la que llaman «mejor liga del mundo». No figuraba el año de lanzamiento pero debía tener unos cuantos, visto los jugadores de la portada, retirados hace ya tiempo de la competición deportiva. Sobre éstos, en grandes letras, el título en inglés, algo así como: Total soccer.
Era domingo por la tarde. Mi padre solía acudir al bar que hay debajo de casa para ver el partido por el canal de pago. Jugaba nuestro equipo contra un recién ascendido a la primera división. «Les vamos a patear» —repetía eufórico mi viejo, ondeando como un enloquecido la bufada con los colores locales mientras mi madre le colocaba bien el cuello de la camisa. Yo prefería escucharlo por el aparato de radio. Las apasionadas voces de los locutores hacían, sin duda alguna, más emocionante el choque.

12 de agosto de 2012

POEMAS DE JAZZ


© Chabi Angulo

La noche caía sobre Zaragoza. Las calles estaban desiertas y el cielo encapotado.
Una leve brisa entraba desde el norte explorando cada esquina de la ciudad.
Tomás aceleraba el paso para encontrar algún lugar donde escribir sus poemas.
El hombre sabía que no podía estar mucho rato. Había toque de queda en toda la localidad aragonesa y no había muchos valientes como nuestro protagonista.
Consiguió divisar unas luces de color verde. Las bombillas estaban colgadas y chocaban con la pared del lugar. Parecía como si le avisaran de algún lugar interesante.
El hombre accionó el picaporte con sumo cuidado y consiguió abrir rápidamente la puerta a pesar del viento.
Unas escaleras conducían hacia abajo y se podía escuchar algo de música. Cerró la puerta con esmero y luchando contra el viento no hizo ruido alguno.

28 de julio de 2012

DE NUEVO LE SONRIÓ A LA VIDA


©Gusmar Carleix Sosa Crespo. 

Lo comprendió al verla.
Esas cosas suceden a menudo, he sido testigo algunas veces, tal vez tú también; te pasas toda una vida argumentando, negando lo que consideras insostenible, y en un instante todos tus argumentos son ridículos.
A pesar de toda la angustia vivida, su madre murió en paz, con una extraña convicción o una tonta ilusión: en algún momento él volvería a ser aquel hombre sonriente que una vez fue. Y así murió ella, sonriéndole a la vida, sonriéndole a él que también fue su vida.
La muerte anunciada le confirmó lo que él creyó descubrir quince años antes, cuando su padre murió en aquel trágico accidente en la autopista intercomunal de la ciudad. Renunció a su rutina dominical de asistencia a la iglesia y reconoció que su rutina no lo salvaría del único destino seguro del ser humano y de todo ser vivo.

11 de mayo de 2012

LA LEYENDA DE POVEDA DE LA SIERRA


© Ramón Losada López

Hasta no hace mucho tiempo, estas tierras ahora llamadas Poveda de la Sierra las llamaban Gargan, por el hecho de que quien se adentraba en ellas nunca más volvía a ser visto, solo llegaban a contemplar algún objeto de esa persona dentro de una caja tres días después de su partida.
Las desapariciones no cesaban y con ello los envíos de cajas que cada día iba a más.
La mayoría de la gente optaba por ir a enterrarlas en el límite entre el pueblo y el bosque hasta que un joven de 19 años con una caja con los objetos que pertenecían a su novia se fue a enterrarla al mismo Gargan.
Estuvo día y noche deambulando, hasta que se encontró con una cueva subterránea; como era de noche acampó fuera de ella hasta que se hiciese de día, sin peligro de ser atacado por la cosa que fuese que estaba ocasionando todas esas desapariciones. Al salir los primeros rayos de luz por el horizonte, se despertó y se adentró en la cueva para explorar, haciendo el menor ruido posible al pisar.

4 de mayo de 2012

LA MUCHACHA Y EL GORRIÓN


©Eva María Maisanava Trobo


Cada noche al cerrar los ojos, una escena se apoderaba de mí, era un gorrioncito que se apoyaba en la ventana.

Durante muchos días, cuando el sueño me cerraba los párpados, antes de que Morfeo me llevara a su mundo, el gorrioncito se apoderaba de mi mente.

Estaba pasando por un mal momento en mi vida personal y durmiendo era la única manera en la que podía olvidar lo desdichada que me sentía, por no tener a quien amar.

Llevaba mucho tiempo encerrada con la idea de luchar por algo que solo me estaba perjudicando, que me aportaba más tristeza que alegría.

Aparentemente parecía una mujer fuerte y fría en cuanto a mis sentimientos. Muchos me miraban como a una mujer altanera a la que hay que pedir cita para hablar con ella.

La máscara con que me defendía del dolor era la causante del desconocimiento de mi verdadero interior.

3 de mayo de 2012

DIOSA CARNAL


© Ramón Losada López

La primavera había llegado y con ella la noche mas fría recordada en muchos años. Me encontraba en la cama de mi amor, la cual me lo entregaba todo, como ninguna otra chica en el mundo. Empece a sentir su mano cálida acariciando mi cuerpo, desde el pecho hasta la parte más frágil y misteriosa de mí que escondía la mejor experiencia que se podía vivir. Al llegar ahí,ella no pudo evitar sentirse atraída por lo que sus ojos estaban viendo, se fue acercando cada vez más rápido, a la vez que su boca se abría, para dejar paso a lo que tanto quería. Me empece a sentir raro y a la vez nerviosos al tener delante mío a la persona que más quiero en esta vida. En su boca ya tenía mi pene que estaba erecto. Empezó a mover su boca hacia adelante y atrás, con una fuerza que me ponía. Era tal el deseo que sentía por ella, que la agarré de la cabeza, para unirme a su movimiento, con tanta energía como ella a mí me lo hacía. Nadie podía pararla a estas alturas. Su incontrolable deseo era mayor a mí. De mí empezaron a salir unos gemidos que al principio casi ni se oían, pero, según era mayor la fuerza con la que me lo hacía, los gemidos aumentaban, cada vez eran más fuertes y mas estremecedores; la cosa iba a más y más, hasta cesar los gemidos para dar paso a los jadeos que tanto le gustaban. Entre jadeo y jadeo su mirada se posaba en mi cara, haciéndome temblar de miedo, al mismo tiempo que sentía mi flujo recorrer su garganta. Le di la vuelta y me puse sobre ella, con las piernas bien abiertas y empecé a besar sus labios carnosos, fui bajando por el cuello con mi lengua y por sus grandes pechos, que tanto me ponían,continué hasta llegar a su parte mas intima. Mi lengua se puso a descubrir nuevos territorios, así que se adentro hasta las mismas profundidades y se puso a dar vueltas por todo, consiguiendo volver loca de pasión a su gran amor, que disfrutaba de cada minuto que pasaba con su chico, que tanto le excitaba.

25 de abril de 2012

QUERIDO NADIE


©Verónica Gutierrez Álvarez

(KDS)
COLOMBRES 8 DE MARZO DE 2000
Querido Amigo:
Aquí estoy, un día más, contándote mis penas y mis alegrías. Aun sigo pensando mucho en la última carta que te remití, en la que te confesé este sentimiento que llevo dentro. Ante todo quiero darte las gracias por ser ese amigo tan fiel que siempre soñé tener y en el que confío. Aunque no te puedo observar, se que estas ahí, siendo mi mayor confidente.
Hoy tengo uno de esos días nublados, uno de esos días en los que los estoy abatida y sin ganas de muchas cosas pero, ya ves, a aquí me tienes escribiéndote: nunca me faltan las ganas, siempre estoy dispuesta a contarte todo lo que pasa por mi cabeza y como no, también por mi corazón.
Hoy tengo que explicarte lo que me dijo el psicólogo en la terapia de esta semana: dice que lo llevo muy bien y que puedo llegar a recuperarme al 100% pero amigo, no soy nada partidaria de tener que estar contándole a ningún individuo mi vida excepto a ti, mi mayor revelador de secretos, y a mi hija. Por mucho que siga yendo a terapia no creo poderme recuperar y mucho menos olvidarme de lo que aquel canalla me hizo. Sigo aquí porque mi hija insiste en que tengo que seguir el tratamiento para poderme recuperarme:¡ ya no tengo fuerzas de visitarle más! No pienses, amigo, que le tengo algo de manía al "señor psicólogo" pero... ¡hasta le veo en el barrio! Y sí, tengo que agachar la cabeza. Puedes pensarlo: me avergüenzo, ¡si, amigo, me avergüenzo! Me siento como si la canalla hubiese sido yo pero, por Alicia, sigo pasando estos malos tragos.

22 de abril de 2012

DE LA SOLEDAD Y LOS ERRORES


De la soledad y los errores

© Gusmar Carleix Sosa Crespo.

Relato extraído de mi ebook:
"Relatos de abril pronunciados en noviembre",
auto publicado en lulu.com, disponible para descargas gratis.
Gusmar Carleix Sosa Crespo

Anciano, lleno de días, buenos y malos, de pocas palabras, la risa se ausentó de sus labios una mañana de abril, él creyó que había sido una sabia decisión, pensó que tal vez era lo mejor, quizá no para él pero sí para ella. Ella intentó explicarle que se equivocaba y juró que lo encontraría una y dos y hasta mil veces de nuevo, que no habría lugar en el que pudiera esconderse, lo juró aun sabiendo que él era ágil para desaparecer, lo juró aun sabiendo que tal vez nunca más volvería a encontrarlo.

16 de abril de 2012

EL TELÉFONO DEL PUENTE


©Gustau Santos Casademont
En el pueblo donde nació Macintosh había un viejo puente de piedra para cruzar el río y, justo en la mitad, habían instalado un teléfono de color verde manzana.
Era un pueblecito escocés, rodeado de verde excepto donde salía la negra turba con la que fabricaban su propio whisky, el Borsalino's Single Malt Scotch, etiqueta verde, con la marca Borsalino's SMS (el tipo de marketing era un cachondo que se pasaba el día jugando con las palabras).
Lo de Borsalino's venía de la familia más antigua del pueblo, cuyos miembros realizaban un sinfín de actividades profesionales y sociales. En esa familia eran tan activos que la mayoría de habitantes del pequeño pueblo tenían muchísimo tiempo libre para hacer lo que quisieran, aparte de beber whisky, aunque poco había que hacer, más allá de explicar historias tenebrosas en el pub, bebiendo whisky. La historia más explicada era la del monstruo del rio, primo segundo por parte de madre de la serpiente del lago Ness, decían, y nunca sabías si sonreían ya que se llevaban el vaso a los labios.

5 de abril de 2012

LA MÁSCARA


© José Montero Muñoz
El miedo a la página en blanco me obsesiona. Lo único que me tranquiliza es saber que estás en el comedor, leyendo...; tu presencia me ayuda a encontrar las primeras palabras del laberinto de Dédalo. Veo la pluma que me regalaste perdida en un bosque blanco, se ha convertido en un cazador de animales salvajes, esperando el momento propicio para disparar su cartucho de tinta...
La estilográfica se llena poco a poco de letras que después quedarán grabadas en el papel como un tatuaje. La hoja blanca espera mis ensoñaciones que, después de un ritual danzarín, se convertirán en frases de amor, o en historias tropicales donde los protagonistas siempre seremos ella y yo.
Cierro los ojos cada vez con más fuerza, intento retener una vez más tu imagen de mujer de fuego, mientras mis oídos son heridos por el constante tic-tac del reloj; diminutas son mis sensaciones comparadas con las que consigo garabatear en el papel. Me incorporo, también las palabras necesitan su tiempo de cocción; en ese lapso, un pensamiento se enraíza en mi mente: ¿Por qué el loco se mueve con sutileza entre la basura mental, perseguido de cerca por el filósofo? Cuando al fin se encuentran, el filósofo le explica la locura del hombre, y el loco le responde contándole la cordura de la mujer. Discuten sin llegar a un acuerdo, porque ninguno tiene una solución para un dilema que se pierde en océanos de tiempo.

4 de febrero de 2012

EL CUENTA HISTORIAS


© Margarita Carro González

Marcos llevaba seis meses y un día sin inspiración, desde que vio pasar por la calle mayor, camino del cementerio, el catafalco con los restos de su amada Leonor. Desde aquel día su vida se había quedado vacía, era como si su alma se hubiese ido con su amada.
Todos los días salía del covachón que le servía de morada. Un lugar lúgubre, medio desconchado, sin ventilación, era su último refugió desde que no tenía inspiración.
Marcos era el segundón de una rica familia blasonada. El primero era el heredero, el segundo el destinado a la clerecía y, en este caso, no hubo más que cinco hermanas a las que hubo que dotar. Por lo que el peor parado fue Marcos, que sin comerlo ni beberlo se vio en el seminario de Astorga, donde aprendió a escribir y el significado de la palabra hambre en todas sus definiciones. Para evadirse de ella comenzó a divagar su mente en historietas en las que se imaginaba recorriendo otros mundos y desempeñando otros trabajos. Nunca sabremos si tales historias hubieran sido dignas de alabanza, pues nunca pasaron al papel.

24 de enero de 2012

EQUILIBRIO


© María Parra

Atanasa despertó sobresaltada con la respiración acelerada. Se medio incorporó en el lecho y observó nerviosa a su alrededor como si buscara a alguien más en su alcoba, pero estaba sola. El sudor chorreaba por su frente, su larga melena estaba apelmazada y parecía que acabara de lavarse el pelo.
La joven apartó la también húmeda colcha dispuesta a salir de la cama, ya era de día, cuando se fijó en su camisón, pegado a la piel e igualmente empapado, y quedó desconcertada. Se puso en pie, sintió las frías losas bajo sus extremidades y de pronto la asaltó un fuerte mareo que a punto estuvo de hacerla caer. Se sentía enferma pero no comprendía la causa, el día anterior se hallaba perfectamente.
Momentos después el malestar se suavizó, permitiéndola asearse y vestirse para ir a desayunar con su padre. Aun así, se encontraba fatigada.
—Buenos días, querida —saludó el monarca con una amable sonrisa, al ver aparecer a su única hija en el salón.
—Buenos días, padre —dijo Atanasa en un susurro, caminando rumbo a él para darle su acostumbrado beso de la mañana.
—Pequeña ¿te encuentras mal? —preguntó preocupado el Rey Guda ante su aspecto macilento.
—Estoy bien —intentó tranquilizarle—. Anoche tuve un sueño muy extraño que me ha revuelto un poco.
Atanasa se acomodó en su lugar habitual en la mesa, al lado de su progenitor, donde ya la aguardaban unas modestas gachas.

20 de enero de 2012

BESOS AL VINO


© Cleopatra Smith

Había llegado el momento, no tenía ningún sentido seguir esperando, pues guardaba la botella desde hacía tanto tiempo, que casi dolía el mirarla, el sentirla... La noche había caído sutilmente y sin avisar, las gotas de lluvia golpeaban los cristales como si fuesen un triste lamento, y el susurro del viento acompañaban mis pasos hacia el salón, con unos pies descalzos que soportaban valientes el frío que provenía del suelo, y que firmes caminaban hacia ese rincón, lugar donde descansaba la botella desde hacía tanto, «esperando inútilmente siempre tu llegar...», me sonreí amargamente por ello... Al plantarme frente a ella la sentí desafiante, a la vez que intentaba conquistarme con su elegante porte, para que la dejara seguir luciéndose en su bello rincón; para hacerme sentir con su presencia la grandeza de tu ausencia; para sólo acrecentar con ello mi dolor... Pero no, no caí a la tentación de su fría compañía, y con mano firme la así con fuerza aflorándome a los ojos un brillo triunfal, «soy fuerte», me decía para mí, «soy fuerte», me repetía para mis adentros, aun sabiendo que no era verdad... Me dirigí al salón sin prisas, los chasquidos de la madera quemándose en la chimenea me acompañaban hasta la mesa, donde ya me esperaban la copa, el sacacorchos y tu foto... sí, tu foto... La que suplía tu presencia, la que me acompañaba en mis noches con su cruel silencio desde hacía tanto, tanto...

18 de enero de 2012

DEDICADA A ESA FLOR...


© Cristina Alcaide, Cadloa

Esa flor, pequeña e indefensa en medio de una gran ciudad, que sin embargo ahí sigue, día tras día.
Paso por su lado, mis pasos la saludan, ella los ve venir y ir, todos los días, unos días con paso acelerado, otros arrastrándose sin ganas pero ella siempre está ahí, aunque el viento la agite hacia los lados, el agua la ahogue con tres gotas o el sol la caliente hasta el ahogo.
Siempre en el mismo lugar dejando que los perros la olfateen, que las latas rueden y la tumben o que una bolsa vuele hacia ella, la tape y que, cuando pasen, no la puedan apreciar.
Nunca pensé que fuera tan fácil, tomarle tanto cariño, ¡es una simple flor!, no es la más bella de las flores, ni posee todos sus pétalos impecables y perfectos, únicamente es una flor; una flor única.

10 de enero de 2012

ENTRE DOS HOMBRES


© Margarita Carro González

—Señor Dios Padre acoge en tu reino el alma de nuestro hermano...

María se estremeció y se rebujó dentro de su abrigo. Se levantó el cuello de piel de visón y sintió la suave caricia de la piel. Le gustaban mucho los abrigos de piel, con ellos se sentía especial.
A pesar de ser uno de los otoños más secos de los últimos años, en toda la ceremonia no había cesado de llover, parecía que el cielo se quería despedir del difunto llorando lo que ningún ser humano hacía.
Ella quizás pudiera haber evitado esa muerte. Sin embargo, fue ella la que descubrió el cuerpo colgando de la soga, en el servicio. No quería recordar esa visión tan aterradora. Sólo vio los pies, no tuvo valor para levantar la vista. Salió gritando como una histérica, la gente se arremolino a su lado. María con la voz entrecortada logro explicar lo encontrado. Luego todo fue muy rápido, la policía, el forense.
Apenas podía recordar más que retazos; como una película en la que las secuencias estuviesen mal montadas y además descolocadas. El médico de la residencia le había puesto un calmante.

30 de septiembre de 2011

PUEBLO CHICO, INFIERNO GRANDE


© Diego Castro Sanchez

¡0h envidia, raíz de infinitos males y carcoma de virtudes!
Miguel de Cervantes Saavedra.
Se iban a casar a finales del verano.
Joao era un palurdo sin conocimiento y como tal se conducía. Sin embargo, Francisca "La pimientita" era una muchacha menuda y de aspecto frágil.
Corrían malos tiempos. La guerra había terminado tan sólo un año antes, y en el pueblo pasaban más hambre que un lagarto detrás de una pita.
Al portugués no le iban mal las cosas; no le costó demasiado reclutar un grupo de muchachos valentones, dispuestos a cruzar la raya fronteriza con su mochila de café a la espalda. Pagaba mal pero a tiempo, lo suficiente para ahuyentar el hambre a base de algarrobas y altramuces secos.
"Conmigo no te va a faltar de nada"; le había dicho meses atrás junto a la ribera del pantano. Las parejas de novios solían ir allí a festejar y darse el lote lejos de miradas indiscretas. De éste modo más de una se había convertido en comidilla de cotillas y chismosas.

6 de septiembre de 2011

¿UN HOLA ES LO MISMO QUE UN ADIÓS?


© María Montserrat Román
Era un pueblo, un pueblo oscuro, un pueblo oscuro y vacío. Vacío de gente y de seres vivos. Oscuro y sin apenas luz de las farolas por las calles. Unas calles estrechas y sin asfaltar. En definitiva, no parecía un pueblo, no parecían unas calles, no parecía estar habitado. Y en efecto era eso, era un pueblo deshabitado por causas desconocidas hace unos pocos y a la vez muchos años. Pero y ahora os preguntaréis el porqué os estoy describiendo un pueblo que a la vez no es un pueblo. Pues veréis yo vivo al lado de ese...como lo diría...pueblo no lo puedo decir, entonces diré: lugar deshabitado. Sí, ya lo sé suena un poco raro, pero de esta misma forma nos podremos entender todos a la vez. Vivo en otro pequeño pueblo cuyo nombre no mencionaré ya que creo que es innecesario para explicar mi historia. ¿Pero qué historia?-seguro que os estaréis preguntando. Pues una historia en la que estoy yo y también...Bueno en cuanto llegue el momento de contarla la contaré con todos y cada uno de los detalles pero mientras tanto...NO. Yo por mi parte quiero contaros esa historia, esa aventura de un momento a otro, pero por mala o buena suerte para todos, ambos tendremos que esperar, porque en esta vida la paciencia es fundamental para que todo salga bien. Bien, entonces prosigo, en el lugar deshabitado se oyen ruidos, muchos ruidos; algunos de animales, otros de personas que van allí para estar solas y relajadas, pero también hay ruidos muy curiosos o más que curiosos, anormales. Yo vivo, como he dicho antes, en el pueblo de al lado. Vivo junto con mis padres y en mi calle hay la mayoría de los pocos adolescentes que viven en el pueblo, como yo. La verdad es que yo creo que el lugar deshabitado es un infierno, o mejor dicho, me da miedo, mucho miedo. En cambio, por el contrario que yo, hay muchas otras personas a las que les encanta ir allí, se sienten relajados, se sienten mejor consigo mismos, andando por esas estrechas calles y contemplando esas antiguas y medio derruidas casas.

30 de julio de 2011

EL SUEÑO DE LOS CINCO TÓTEMS RÚNICOS


© Matías Krasner- Copyright -All rights reserved 2011


En la oscuridad de la noche. Tranquilizado por el canto susurrante de la lluvia, mientras las gotas  golpean suavemente la ventana de mi habitación. Los pensamientos manan  de mi interior. La duermevela da paso a una respiración lenta, sin prisa, expirando levemente. Suelto el aire que da paso a un sueño placido y reconfortante. Mis latidos, vienen y van. Subiendo el tono, hasta dar comienzo, los atronadores tambores de guerra que resuenan en el valle. Mientras las hordas enemigas caminan desafiantes. El cuerno resuena en la lejanía, acompañando los gritos del campo batalla. Mi alma de guerrero despierta. Mi mano izquierda que antes estaba desnuda, ahora lleva el acero de la espada corta. Levantándola con  fiereza, chocándola contra el escudo, entonando la canción guerrera de mis ancestros.
La nieve cae delicadamente entre mis cabellos rojizos. La rabia entra en mí ser, el tótem de las cinco bestias que anidan en mi interior. Despertando la furia del berseker. El águila que sobrevuela el cielo, la serpiente que se arrastra y ahoga. El lince que sigilosamente se mueve entre las rocas esperando su presa en silencio. El lobo fiel  y astuto, que acecha con sus camaradas y se envían miradas llenas de complicidad. El cuervo que grazna posado en una rama, observando los movimientos del enemigo. La sabiduría ancestral que me llena de energía, los arboles que se mecen por el viento. La tormenta eléctrica, señal que Thor   espera anhelante, nuestra victoria. Los rayos y relámpagos iluminan el cielo. Por la voluntad del dios furioso, destructor y creador al mismo tiempo.

22 de julio de 2011

EL INVENTOR OLVIDADO

© Manuel Arduino Pavón

Basilio Glauco de Siena creó un pájaro.
Lo hizo de espinacas y lo ligó a un silfo.
El pájaro volaba alto, muy alto, pero era de espinacas y las espinacas no viven fuera de la tierra.
Después creó una gallina, pero las otras gallinas se la comieron. Aman las espinacas.
Un día se arrojó de lo alto del acantilado y voló para estupor de la gente.
Cuando despertó seguía volando. La inercia de la condición despierta lo hizo caer en la fría y dura realidad. Quedó tirado, tiritando y dolorido.
Basilio Glauco de Siena murió con los ojos abiertos, devorado por los lobos, y un día después lo olvidaron.