11 de mayo de 2012

LA LEYENDA DE POVEDA DE LA SIERRA


© Ramón Losada López

Hasta no hace mucho tiempo, estas tierras ahora llamadas Poveda de la Sierra las llamaban Gargan, por el hecho de que quien se adentraba en ellas nunca más volvía a ser visto, solo llegaban a contemplar algún objeto de esa persona dentro de una caja tres días después de su partida.
Las desapariciones no cesaban y con ello los envíos de cajas que cada día iba a más.
La mayoría de la gente optaba por ir a enterrarlas en el límite entre el pueblo y el bosque hasta que un joven de 19 años con una caja con los objetos que pertenecían a su novia se fue a enterrarla al mismo Gargan.
Estuvo día y noche deambulando, hasta que se encontró con una cueva subterránea; como era de noche acampó fuera de ella hasta que se hiciese de día, sin peligro de ser atacado por la cosa que fuese que estaba ocasionando todas esas desapariciones. Al salir los primeros rayos de luz por el horizonte, se despertó y se adentró en la cueva para explorar, haciendo el menor ruido posible al pisar.

4 de mayo de 2012

LA MUCHACHA Y EL GORRIÓN


©Eva María Maisanava Trobo


Cada noche al cerrar los ojos, una escena se apoderaba de mí, era un gorrioncito que se apoyaba en la ventana.

Durante muchos días, cuando el sueño me cerraba los párpados, antes de que Morfeo me llevara a su mundo, el gorrioncito se apoderaba de mi mente.

Estaba pasando por un mal momento en mi vida personal y durmiendo era la única manera en la que podía olvidar lo desdichada que me sentía, por no tener a quien amar.

Llevaba mucho tiempo encerrada con la idea de luchar por algo que solo me estaba perjudicando, que me aportaba más tristeza que alegría.

Aparentemente parecía una mujer fuerte y fría en cuanto a mis sentimientos. Muchos me miraban como a una mujer altanera a la que hay que pedir cita para hablar con ella.

La máscara con que me defendía del dolor era la causante del desconocimiento de mi verdadero interior.

3 de mayo de 2012

DIOSA CARNAL


© Ramón Losada López

La primavera había llegado y con ella la noche mas fría recordada en muchos años. Me encontraba en la cama de mi amor, la cual me lo entregaba todo, como ninguna otra chica en el mundo. Empece a sentir su mano cálida acariciando mi cuerpo, desde el pecho hasta la parte más frágil y misteriosa de mí que escondía la mejor experiencia que se podía vivir. Al llegar ahí,ella no pudo evitar sentirse atraída por lo que sus ojos estaban viendo, se fue acercando cada vez más rápido, a la vez que su boca se abría, para dejar paso a lo que tanto quería. Me empece a sentir raro y a la vez nerviosos al tener delante mío a la persona que más quiero en esta vida. En su boca ya tenía mi pene que estaba erecto. Empezó a mover su boca hacia adelante y atrás, con una fuerza que me ponía. Era tal el deseo que sentía por ella, que la agarré de la cabeza, para unirme a su movimiento, con tanta energía como ella a mí me lo hacía. Nadie podía pararla a estas alturas. Su incontrolable deseo era mayor a mí. De mí empezaron a salir unos gemidos que al principio casi ni se oían, pero, según era mayor la fuerza con la que me lo hacía, los gemidos aumentaban, cada vez eran más fuertes y mas estremecedores; la cosa iba a más y más, hasta cesar los gemidos para dar paso a los jadeos que tanto le gustaban. Entre jadeo y jadeo su mirada se posaba en mi cara, haciéndome temblar de miedo, al mismo tiempo que sentía mi flujo recorrer su garganta. Le di la vuelta y me puse sobre ella, con las piernas bien abiertas y empecé a besar sus labios carnosos, fui bajando por el cuello con mi lengua y por sus grandes pechos, que tanto me ponían,continué hasta llegar a su parte mas intima. Mi lengua se puso a descubrir nuevos territorios, así que se adentro hasta las mismas profundidades y se puso a dar vueltas por todo, consiguiendo volver loca de pasión a su gran amor, que disfrutaba de cada minuto que pasaba con su chico, que tanto le excitaba.