25 de abril de 2012

QUERIDO NADIE


©Verónica Gutierrez Álvarez

(KDS)
COLOMBRES 8 DE MARZO DE 2000
Querido Amigo:
Aquí estoy, un día más, contándote mis penas y mis alegrías. Aun sigo pensando mucho en la última carta que te remití, en la que te confesé este sentimiento que llevo dentro. Ante todo quiero darte las gracias por ser ese amigo tan fiel que siempre soñé tener y en el que confío. Aunque no te puedo observar, se que estas ahí, siendo mi mayor confidente.
Hoy tengo uno de esos días nublados, uno de esos días en los que los estoy abatida y sin ganas de muchas cosas pero, ya ves, a aquí me tienes escribiéndote: nunca me faltan las ganas, siempre estoy dispuesta a contarte todo lo que pasa por mi cabeza y como no, también por mi corazón.
Hoy tengo que explicarte lo que me dijo el psicólogo en la terapia de esta semana: dice que lo llevo muy bien y que puedo llegar a recuperarme al 100% pero amigo, no soy nada partidaria de tener que estar contándole a ningún individuo mi vida excepto a ti, mi mayor revelador de secretos, y a mi hija. Por mucho que siga yendo a terapia no creo poderme recuperar y mucho menos olvidarme de lo que aquel canalla me hizo. Sigo aquí porque mi hija insiste en que tengo que seguir el tratamiento para poderme recuperarme:¡ ya no tengo fuerzas de visitarle más! No pienses, amigo, que le tengo algo de manía al "señor psicólogo" pero... ¡hasta le veo en el barrio! Y sí, tengo que agachar la cabeza. Puedes pensarlo: me avergüenzo, ¡si, amigo, me avergüenzo! Me siento como si la canalla hubiese sido yo pero, por Alicia, sigo pasando estos malos tragos.

22 de abril de 2012

DE LA SOLEDAD Y LOS ERRORES


De la soledad y los errores

© Gusmar Carleix Sosa Crespo.

Relato extraído de mi ebook:
"Relatos de abril pronunciados en noviembre",
auto publicado en lulu.com, disponible para descargas gratis.
Gusmar Carleix Sosa Crespo

Anciano, lleno de días, buenos y malos, de pocas palabras, la risa se ausentó de sus labios una mañana de abril, él creyó que había sido una sabia decisión, pensó que tal vez era lo mejor, quizá no para él pero sí para ella. Ella intentó explicarle que se equivocaba y juró que lo encontraría una y dos y hasta mil veces de nuevo, que no habría lugar en el que pudiera esconderse, lo juró aun sabiendo que él era ágil para desaparecer, lo juró aun sabiendo que tal vez nunca más volvería a encontrarlo.

16 de abril de 2012

EL TELÉFONO DEL PUENTE


©Gustau Santos Casademont
En el pueblo donde nació Macintosh había un viejo puente de piedra para cruzar el río y, justo en la mitad, habían instalado un teléfono de color verde manzana.
Era un pueblecito escocés, rodeado de verde excepto donde salía la negra turba con la que fabricaban su propio whisky, el Borsalino's Single Malt Scotch, etiqueta verde, con la marca Borsalino's SMS (el tipo de marketing era un cachondo que se pasaba el día jugando con las palabras).
Lo de Borsalino's venía de la familia más antigua del pueblo, cuyos miembros realizaban un sinfín de actividades profesionales y sociales. En esa familia eran tan activos que la mayoría de habitantes del pequeño pueblo tenían muchísimo tiempo libre para hacer lo que quisieran, aparte de beber whisky, aunque poco había que hacer, más allá de explicar historias tenebrosas en el pub, bebiendo whisky. La historia más explicada era la del monstruo del rio, primo segundo por parte de madre de la serpiente del lago Ness, decían, y nunca sabías si sonreían ya que se llevaban el vaso a los labios.

5 de abril de 2012

LA MÁSCARA


© José Montero Muñoz
El miedo a la página en blanco me obsesiona. Lo único que me tranquiliza es saber que estás en el comedor, leyendo...; tu presencia me ayuda a encontrar las primeras palabras del laberinto de Dédalo. Veo la pluma que me regalaste perdida en un bosque blanco, se ha convertido en un cazador de animales salvajes, esperando el momento propicio para disparar su cartucho de tinta...
La estilográfica se llena poco a poco de letras que después quedarán grabadas en el papel como un tatuaje. La hoja blanca espera mis ensoñaciones que, después de un ritual danzarín, se convertirán en frases de amor, o en historias tropicales donde los protagonistas siempre seremos ella y yo.
Cierro los ojos cada vez con más fuerza, intento retener una vez más tu imagen de mujer de fuego, mientras mis oídos son heridos por el constante tic-tac del reloj; diminutas son mis sensaciones comparadas con las que consigo garabatear en el papel. Me incorporo, también las palabras necesitan su tiempo de cocción; en ese lapso, un pensamiento se enraíza en mi mente: ¿Por qué el loco se mueve con sutileza entre la basura mental, perseguido de cerca por el filósofo? Cuando al fin se encuentran, el filósofo le explica la locura del hombre, y el loco le responde contándole la cordura de la mujer. Discuten sin llegar a un acuerdo, porque ninguno tiene una solución para un dilema que se pierde en océanos de tiempo.